Varón con alopecia areata después de 6 meses de tratamiento

Resultado de un varón con alopecia areata. El resultado de la imagen corresponde con el antes y el después de 6 meses de tratamiento.

Alopecia areata (AA)

Se acepta generalmente que la alopecia areata (AA) es una patología crónica autoinmune, organoespecífica, que combina factores genéticos y medioambientales, desencadenando una respuesta autoinmune, mediado por linfocitos T (L-T). En este sentido, el folículo piloso pierde lo que se ha dado en denominar el “privilegio inmune” del que goza y se entiende así por la presencia de células Natural Killer (NK) y L-T CD8+, afectando al folículo sólo en fase de crecimiento o anagen. Lo que no se conoce a día de hoy es qué tipo de célula va a ser la diana principal del proceso inflamatorio.

 

Puede decirse que la AA es la tercera patología más frecuente vista en consultas de Tricología, sólo por detrás de la Alopecia androgenética y de los Efluvios. Aproximadamente, un 8% de los afectados por AA desarrollarán una forma crónica de la enfermedad.

 

La incidencia es la misma para ambos sexos, soliendo aparecer el primer brote de AA en las tres primeras décadas de la vida. Sólo un 20% presentarán un brote después de los 40 años y serán muy pocos los que la desarrollen después de los 60. Sólo un 3% de ellos van a tener un hermano afecto y un 2% un hijo afecto.

 

Los desencadenantes ambientales son necesarios para el desarrollo de la patología, pero una vez iniciada, podría atacar de nuevo en otro brote, sin requerir ya más desencadenantes. Estos desencadenantes incluyen situaciones de estrés, infecciones, vacunas, toxinas o incluso alérgenos alimenticios.

 

Partiendo del hecho de que puede afectar a cualquier área pilosa del cuerpo (90% de las veces en el cuero cabelludo) y siendo una patología autoinmune, puede asociarse a otras patologías autoinmunes (hipotiroidismo autoinmune) hasta en un 30% de los pacientes. Puede asociarse, además, a la atopia y al Síndrome de Down.

Antes

Después

Antes

Después